El Estado de México, la entidad con mayor población del país —más de 17 millones de personas—, lleva años sin informar a su población del potencial riesgo de la mala calidad del aire que respiran.
Recién iniciado el año 2023, el 1 de enero, los índices de contaminación en el Estado de México ya se encontraban por los cielos, literalmente. El municipio de Xonacatlán alcanzó las 460 partículas PM2.5 por cada metro cúbico de aire, niveles superiores a los registrados normalmente en las grandes urbes de países como la India, Bangladesh, Pakistán o China; sin embargo, las autoridades no emiten ninguna alerta.
La razón es bastante simple: contrario a lo que organismos como la Organización Mundial de la Salud o la Norma Oficial Mexicana, en el Estado de México no se considera mala la calidad del aire hasta que triplica lo
indicado por los organismos antes mencionados.
Las partículas menores de 2.5 micrómetros (PM 2.5) son resultado principalmente de procesos de combustión
en motores de vehículos, sobre todo de diésel y plantas industriales, y aumentan el riesgo de enfermedades
cardiacas y pulmonares, infarto cerebral; también incrementa la frecuencia y gravedad de enfermedades respiratorias infecciosas y asma, provocan cáncer y aumenta el riesgo de muerte prematura.
“¡Los máximos de contaminación del GEM son 3 veces más laxos que los definidos por la OMS, así que cuando digan que es regular, es mala, y donde dicen que es mala es de hecho MUY mala!”, dice Dante Álvarez, vocero de la asociación civil EcoRenacimiento.
Para Álvarez, el interés por mantener desinformada a la población sobre la calidad del aire tiene tintes políticos: “tendrían que hacer operativos y todo lo que se hace en contingencia: suspender el tráfico y algunas industrias, pero prefieren no reconocerlo”.
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En Toluca, la capital de la entidad, desde hace 10 años, julio del 2014, no se ha registrado un día con buena calidad del aire. La OMS ha señalado que respirar aire contaminado es una amenaza importante para la salud humana. El aire contaminado puede causar enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cáncer, así como aumentar el riesgo de enfermedad cerebral y daño al sistema reproductivo.
La OMS estima que el aire contaminado es responsable de aproximadamente 7 millones de muertes prematuras al año en todo el mundo.
Greenpeace calcula que tan solo en México mueren anualmente 9 mil 300 personas y, de acuerdo con el documento El aire que respiro, las ciudades más contaminadas del país son Monterrey, Toluca, Salamanca, León, Irapuato, Silao, Puebla y la Ciudad de México.
El incremento del parque vehicular y la falta de políticas públicas para ofertar alternativas menos contaminantes han favorecido al empeoramiento del problema, tan solo del 2011 al 2021 el número de automóviles particulares en el Estado de México se duplicó.
Hasta el 2021 había un parque vehicular de ocho millones 848 mil, de los cuales siete millones 390 mil 264 son particulares y tan solo 138 mil 335 eran unidades de transporte público, menos del 2 por ciento, pese a que cerca del 60 por ciento de los viajes se realizan en transporte público.
Ante lo anterior, organizaciones de la sociedad civil han pedido al gobierno no solo informar sobre la mala calidad del aire, sino emprender acciones que promuevan alternativas de movilidad no motorizada que apacigüe la situación, así como a la sociedad civil evitar la quema de pastizales, basura y pirotecnia.
“Desde Eco Renacimiento tenemos iniciada una demanda en contra del gobierno esta tal para que respete la NOM. El problema de la contaminación es muy importante y deben informar al grueso de la población, deberían usar tiempos en TV y radio institucionales para alertar, no solo en sus páginas web y redes sociales”, señaló Dante.